¡Santos días de primavera!
El buen tiempo y el sol hacen de mi una persona mejor, con más ganas de salir y divertirme pero también de meterme en la cocina, porque a mi la luz y el calor, rara que es una, me dan hambre. Hoy quiero compartir con vosotros esta corona estupenda de avellanas y café, ligeramente perfumada con pimienta de Jamaica y café. Es estupenda para desayunos y meriendas y admite variaciones, claro. Los más golosos pueden añadirle, si quieren, más cacao, aunque os aseguro que el sabor, delicioso y exótico, os va a gustar si seguís al pato al pie de la letra...
Ingredientes (8 personas)
-175 gramos de mantequilla sin sal ablandada, y un poquito más para untar el molde
-120 gramos de azúcar moreno
-175 gramos de harina de fuerza, y un poco más para espolvorear
-1 cucharada de cacao en polvo sin azúcar, tipo Valor
-1 cucharada de pimienta de Jamaica, rayada o molida
-3 huevos batidos
-120 gramos de avellanas molidas
-2 cucharadas de buen café soluble
-Azúcar glass, para espolvorear
Engrasamos el molde con un poquito de mantequilla y lo enharinamos bien, para eviar que se pegue. Yo he utilizado un molde de bundt de silicona, aunque con uno un poco más bajo también resulta, porque no tiene levadura y subir, sube poquito.
Mientras, en un cuenco, batimos la mantequilla y el azúcar moreno. En otro recipiente, aparte, tamizamos la harina, el cacao en polvo y la pimienta.
Una vez hecha la crema de mantequilla, incorporamos los huevos, uno a uno, añadiendo una cucharada de la mezcla de harina con el segundo y tercer huevo. Luego agregamos el resto de harinas y le ponemos la avellana molida y el café, que quede así más o menos...
Pasamos la masa al molde y la cocemos al horno, que se habrá precalentado, a 180º unos 50 minutos, hasta que esté firme y esponjoso. Que la espera no nos amargue: el resultado merecerá la pena...
Una vez cocido, lo dejamos reposar en la corona diez minutitos. Una vez más, paciencia, que la podemos liar y romperlo al desmoldar. Podemos ir picando algo para evitar la tentación
Luego la desmoldamos (sobre una rejilla es más rápido y mejor, yo no tengo) y espolvoreamos con azúcar glass. Os aseguro, si os van los sabores un poco diferentes, que este dulce va a encantaros.
¡Ideal para fardar y darse un toque british si viene la parentela a dar la murga en casa!
Me encantan las fotos con el pato!!!!!(bueno las recetas también,XD, doy fé de que están buenísimas!)
ResponderEliminarjejejeje grracias, nena, creo que esta te la perdiste, tengo que hacerte una porque me da que el sabor te gustará mucho porque no es muy dulzona...
ResponderEliminarJajaja la receta es estupenda, me encantan los sabores, la pimienta es algo novedoso para mí en preparaciones dulces, tengo que probarla. Y el pato es un dulce que me dan ganas de apretujarlo y darle un beso!!! Qué impaciente está en la puerta del horno!!!
ResponderEliminarBesos
Que rico bizcocho, con ese toque de pimienta debe ser un punto! que divertidas fotografías, me encanta tu pato!!!! besos
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